Dicen que el whisky debe tomarse derecho...
- Bottles & Brothers
- 3 ago 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 13 ago 2020
“El whisky debe tomarse derecho” “No, mejor échale unas piedras de río frías” “A mí me gusta con hielo y agua mineral”
¿Cuántas veces no hemos escuchado alguna de estas oraciones?

La clásica pregunta, de cómo debe de tomarse un whisky parece no tener respuesta… En realidad, sí la tiene, y es que debes tomártelo como a ti te guste.
Ahora que ya liberamos la presión acumulada durante varias generaciones de conservadores tomadores de whisky podemos hablar con franqueza y delimitar algunos códigos que nos permiten saber cómo y cuándo tomarnos un whisky y disfrutarlo de verdad.
El trago “neat” es para los puristas la manera adecuada de tomar un whisky, ya que es la mejor forma de poder percibir todos los aromas y sabores que este preciado líquido tiene que ofrecer. Enfriarlo con hielo apagará sus exuberantes notas y mermará la experiencia, por lo contrario, diluirlo con unas pocas gotas de agua mineral expandirá sus aromas y mejorará la experiencia.
Para los amantes del whisky no tan estrictos, se recomienda refrescar el vaso con hielos o con piedras frías. De esta manera se disfruta de un whisky sin tener que prestarle toda la atención. Es para un consumo casual y relajado, pero disfrutando del líquido y sin perder el estilo.
Para el bebedor social, pero no menos entusiasta del whisky, se recomienda en un vaso Highball con agua mineral… de hecho y aunque no lo crean, el Highball es el trago que democratizó el whisky en las clases altas británicas a finales del siglo XIX, justo cuando faltó coñac y se empezó a gasificar el agua. Es más, el Highball es probablemente la manera más adecuada de disfrutar de este líquido con una acalorada conversación, algo de música y muchas, muchas ganas de divertirse. El agua con gas permite enaltecer las notas de los whiskies más frescos y afrutados… por ejemplo con algún Single Malt de no más de 12 años de Speyside
Para el amante de los cócteles… Bien aquí tenemos una gran variedad de posibilidades ya que los cócteles clásicos más emblemáticos de la historia nacieron siendo whisky. Por ejemplo, un Old Fashion, un Manhattan, un Mint Julep o un Penicilín entre muchos otros célebres representantes de esta extraordinaria manera de disfrutar el whisky. Todo bartender que se respeta tiene un solo objetivo a la hora de crear un cóctel y es poder ofrecer a su cliente un experiencia genuina y única que solo puede lograrse al mezclar de manera adecuada varios ingredientes.
Por último, pero no menos importante podemos disfrutar del whisky combinándolo con la gastronomía. Es una categoría extremadamente fácil de maridar siempre y cuando se considere una regla, déjense sorprender. No le tengan miedo a experimentar. Lo más usual es maridar el whisky con chocolate o con queso… funciona, pero pensamos que nuestros Brothers querrán conocer opciones menos comunes y más atrevidas. Esperen la próxima publicación.
¡Mientras tanto… Sláinte!
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